El otro día estaba trasplantando un planta y vino Joel a tocar la tierra, le propuse ayudarme, con su palita y su rastrillo, usamos una caja de cartón para guardar la tierra sobrante y llame a Salva para hacer el cambio de tiesto, en ese momento estábamos justo los 3 compartiendo una misma actividad, y fuimos conscientes de ello, porque en ese instante Joel nos miro, primero a su padre y luego a mi, o viceversa con una sonrisa, que para nosotros era de satisfacción, creo que captamos/vivimos un pequeño momento de felicidad, de esos que luego ves escritos en una lista de "las 10 cosas que me hacen feliz" y piensas, como me gustaría....Pues sí, justo ayer, trasplantando los 3 el Aloe, vivimos ese momento mágico. Fue como tocar la felicidad con las manos.
Ay, Joel, gracias por ser el reflejo de nuestras vidas.